
Nuestra finca está situada en Alpera, entre los 1030 y 1150 msnm, y en ella conviven 18 ha de viñas viejas en pie franco, 10 ha de viñas jóvenes, 3 ha de almendro, 2 ha de olivos y 14 ha para cereal y leguminosa que sirven como alimento para la gran variedad de fauna que vive en nuestros montes.

Los viñedos están repartidos en pequeñas parcelas, con diferentes altitudes y orientaciones, suelos arenosos y calizos, con poca materia orgánica y con pendientes de hasta 10% alrededor de nuestros cerros.
Con un rendimiento muy bajo, producen un fruto pequeño y de mucha calidad. El clima, con temperaturas extremas en verano y en invierno resulta en una maduración lenta de la uva y una óptima acidez.

La garnacha tintorera y a diferencia del resto de de uvas tintas, tiene la pulpa roja y carnosa y es una uva autóctona de la DO Almansa, adaptada a nuestro entorno y que aporta un carácter único y diferenciador a nuestro vino.

Mi hermano es quien en el día a día, y junto a Juan Carlos, están en el campo. Yo soy la todoterreno del proyecto; igual puedo estar podando, cavando una cepa, al ordenador dedicándome a la gestión y al marketing, viajando por el mundo mientras escalo montañas y doy a conocer el vino o trabajando en Madrid como docente y nutricionista deportivo.

Nuestro enólogo Pepe Rodríguez de Vera y gracias a su particular forma de entender el vino (viñedos singulares, elaboración sostenible e interpretación personal), ha confiado en nuestro proyecto con el compromiso de elaborar un vino excepcional que pone en valor la calidad de nuestra uva y respeta nuestros valores y el carácter de nuestro viñedo.
Annapurna ¨Diosa de las cosechas¨